EPISODIO OCHO: La Huella Kármica

Como seres samsáricos, comemos tantas cosas, olfateamos otras tantas, tenemos relaciones sexuales con diferentes tipos de personas y, más adelante, nunca sabemos realmente qué tipo de semillas hemos plantado con todas nuestras acciones. Sabiéndolo o no, estamos constantemente creando un legado, cambiando mundos y dejando nuestra huella.

Hace mucho tiempo, en un lugar llamado Kurtoed[1], una mujer volvía a casa después de visitar a una familia en duelo. Mientras cruzaba un alto puente de bambú, este se derrumbó. Cayó al río y fue arrastrada, para no ser vista nunca más. Poco después de esa tragedia, su marido estaba recolectando aguacates de un árbol y se cayó de una de las ramas y murió, dejando a cinco niños huérfanos. Este hombre que trepó al árbol nunca había tomado una taza de café en su vida, nunca había leído a Murakami, y su esposa nunca había visto Don Giovanni. Poco sabían que eran los creadores de un tataranieto que disfruta tanto del café, lee a Murakami y ha visto Don Giovanni muchas veces. Ellos eran los abuelos de mi abuelo.

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Ella se cayó

Una señora cuyo nombre era Ngawang Drolma se encargó de entregar a los huérfanos, uno de ellos mi bisabuela, Sonam Drolma, al primer rey de Bután. En Bután existe esta costumbre de ofrecer huérfanos a las instituciones, incluso hoy en día. Muchos terminan en los monasterios, pero este grupo terminó trabajando en la casa del rey.

Ngawang Drolma era como un personaje de novela inglesa clásica, una gran dama, una dama de thromde[2], muy poderosa. Alguien debería realmente escribir una novela sobre las dinámicas familiares en Bután. Convenientemente para ella, también existía la tradición en Bután de que cuando ya no quedaban más adultos para cuidar de una casa, la tierra era ocupada por otra familia.

Kurtoed es una zona rara vez visitada del distrito de Lhuntse, pero por aquel entonces, era un centro de poder político y económico debido a su proximidad con la frontera del Tíbet en el extremo noreste del país. Era una de las provincias originales de Bután. Muchos de nuestros antiguos líderes ​​eran de allí. En mis documentos dice que yo nací en Kurtoed porque no mucha gente sabía mi verdadero lugar de nacimiento, el valle escondido de la Artemisa, Khenpajong.

Ser de Kurtoed por aquel entonces era como ser de una rica ciudad portuaria como Hamburgo o de un centro cosmopolita como Londres debido a su acceso al Tíbet. Por otra parte, tenía su propio idioma kurtoepa[3] que, para mis oídos, y tal vez estoy marcado por los recuerdos de mi infancia, es el más rítmico y melódico de los idiomas. Las chicas kurtoepas eran consideradas hermosas y un buen partido, pero me da la sensación de que tiene algo que ver con este idioma. Una cosa que recuerdo sobre los kurtoepas son los platos clásicos de Bután como ezay[4] y hogay[5]. Cuando son preparados por las manos de un kurtoepa, especialmente hombres y mujeres de mediana edad, estos platos son extraordinarios. En mis visitas ocasionales a Bután, siempre hago un esfuerzo por visitar a mi tía Dorji Yangki, que es una buena cocinera kurtoepa.

Yo no crecí en Kurtoed, pero el kurtoepa que acompañaba a mi familia hablaba sin cesar de la gloria de Kurtoed, así que de esa manera me resultaba familiar. Siempre se hablaba de dos grandes familias kurtoepas: los Rooling y los Thunpe. Vivían en un naksthang, una especie de castillo o mansión butanesa, de los que la gente hablaba como si fueran los grandes castillos de Europa. Había una casa llamada Dungkar Chhoejey, que era el hogar ancestral de la familia real actual. Cada casa tenía sirvientes que eran básicamente propiedad de los dueños de la casa, personas como mi abuela. La secuela de esta cultura de servidumbre todavía está viva en Bután hoy en día, lo cual es muy triste porque parece que no pueden deshacerse del hábito.

Cuando Ngawang Drolma intervino con los huérfanos, fue en el apogeo de la historia de Kurtoed. Mi bisabuela era la mayor de los cinco huérfanos y, como era muy inteligente y podía hacer muchas cosas en el palacio, se convirtió en parte del círculo íntimo de la familia real. Y así fue como terminó embarazada de un bebé de sangre real; nunca hemos podido decir con certeza quién era el padre. Ese niño era mi abuelo, Lama Sonam Zangpo.

Sir Ugyen Wangchuk and his family, 1905

El Señor Ugyen Wangchuk con su familia, 1905

Los tibetanos y butaneses no tienen la costumbre de guardar registros familiares. Por lo tanto, la mayoría de las fechas históricas se basan en muchos rumores y los hechos están borrosos. Cuando le preguntas a la gente cuándo nacieron, lo más probable es que digan «el año del mono» o algún otro animal astrológico del calendario lunar, y luego la persona que pregunta tiene que adivinar la edad en función de lo que esta persona aparenta: si la persona tiene unos cuarenta años, suponen que hace cuatro ciclos de años del mono [12 años cada ciclo]. Otras personas pueden usar temporadas o eventos especiales para responder la pregunta de la fecha de nacimiento. Pueden decir: «Nací hace diez primaveras» o «nací el año antes de que el bosque se incendiara”.

Hasta hace poco, con la llegada de la globalización, nunca celebrábamos los cumpleaños en Bután. Pero ahora escucho que hay fiestas en las que la élite incluso llevan esmoquin y encargan tartas de Bangkok. No se cansan de las fiestas de cumpleaños.

Gemini ready to travel

Un géminis listo para viajar

Yo mismo solo me enteré de mi fecha real de nacimiento cuando tenía unos 20 años y necesitaba un pasaporte. Basándonos en los recuerdos de mis tías y los discípulos de mi abuelo y otros asistentes, averiguamos que era en junio. Hasta entonces, siempre había pensado que quizás había nacido en julio, por algo que me había dicho mi madre. Incluso me hice una carta astral completa como si fuera un cáncer, y me pareció perfectamente precisa. Eso es lo que pasa con la astrología. Pero creo que fue una falta de comunicación debido al uso de dos tipos de calendarios con un número diferente de meses.

Entonces, cuando nos dijeron que mi abuelo nació en Kurtoed, en el año de la serpiente de agua, y que su madre, Sonam Drolma, lo mantuvo en secreto durante tres años, y luego, a los 8 años, el monasterio Talu le ordenó que se convirtiera en monje, o que a los 16 años caminó hasta el Tíbet, bueno, hay que tomar estos números con cautela.

Uno podría llegar a pensar que Sonam Drolma mantuvo a su hijo escondido durante esos años porque era un bastardo nacido fuera del matrimonio. Pero esto no era tan importante en Bután. Existía un riesgo mucho más grande que una reputación dañada. Cuando era pequeño, me advirtieron una y otra vez, casi todos los días, que no comiera alimentos de ciertas familias o que no me acercara a ciertos personajes. Los asistentes de mi abuelo susurraban y se escondían cuando ciertas personas se acercaban. Mucho después me dijeron el motivo. Había muchos casos de envenenamiento en ese momento en Bután, especialmente en el este, porque la gente creía que si envenenabas a alguien hasta la muerte, podrías recibir sus cualidades. Así que es más probable que Sonam Drolma temiera que el niño fuera envenenado si se revelaba la verdad de su parentesco real.

Había, y todavía hay, personas que deliberadamente envenenan a gente de alta alcurnia, y especialmente a bebés indefensos. Estos bebés tienen el poder, pero no pueden defenderse. Algunos de estos hechiceros podían arrebatar el poder con solo una mirada, y algunos tenían un toque venenoso especial. Algunas de esas familias todavía viven en el este de Bután y sufren exclusión social. El fenómeno de estas brujas y hechiceros se desvanece a medida que el mundo se vuelve tan materialista.

Kurtoed también se ha desvanecido. La mayoría de las élites kurtoepas se han trasladado a lugares como Thimphu; pocos quedan, si es que hay, de los señores y las damas de los palacios. Fui a Kurtoed cuando tenía unos 30 años para visitar la aldea de mi abuelo. Tenía muchas ganas de ver por fin el gran naktshang de los Roolings y los Thunpes. Durante años, me había imaginado algo comparable a las propiedades históricas de las novelas, no muy diferente al Netherfield de los Bingley y al Longbourn de los Bennet en Orgullo y Prejuicio.

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Casa señorial inglesa

Para mi gran decepción, los naktshang resultaron ser solo dos casas, situadas una al lado de la otra. No había ninguna evidencia de gloria. Me da que pensar sobre todas esas conversaciones que solía escuchar sobre Kurtoed.

Tal y como dijo Buda, lo que se amontona caerá, lo que se junta se fragmentará, lo que nace morirá. Yo diría que Kurtoed refleja estas verdades. Pero eso no impide que la gente se aferre a sus recuerdos.

[1] Se pronuncia «ker-toe» y se escribe de muchas formas diferentes en los mapas.

[2] Un thromde es una ciudad o centro urbano, una división administrativa de tercer nivel en Bután.

[3] Kurtoep en dzongkha o kurtoepa en sharchhop [idiomas de Bután].

[4] Una salsa de chile.

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[5] Ensalada de pepino con chiles, queso y pimiento de Sichuan.

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Publicado el

marzo 20, 2017